Estoy en dos partes y sigo siendo víctima de mis deseos mutuos, escondido de mis ojos y del espejo que refleja mi verdadera rostro. Ando susurrando en el camino aullando con dolor, buscando esa otra mitad que ha desaparecido y que está conmigo mismo.
Un enigma descifrado soy, una brújula en la dirección contraria, un timón con una estaca en dirección al vacío y solo se contienen mis años de soledad, siendo un buso en la profundidad de mis deseos.
He conseguido un cambio, en las alturas donde todo es infinito y donde el frío solo te quema los labios, pero volar es imposible cuando te cortaste las alas, cuando no tienes impulso, solo estoy divido y reclamando lo que me falta en mi mismo.
«Dividido»
