HABLEMOS A LA CARA
Me sumerjo en tu mente, no hay nada,
solo un inmenso vacío, sin final,
rodeado de una fría oscuridad,
tu existencia ya no existe, nunca mas.
Indago en tus palabras pronunciadas,
para deducir tus intenciones disfrazadas,
pero al igual que tu alma escondida,
aprendiste a ocultar tus delirios.
No eres lo que piensas,
tampoco lo que dices,
tus acciones a veces te delatan,
pero aún así lo olvido,
nada es lo que parece,
hasta que quieras admitirlo.
Vuelvo a contar nuevamente las verdades,
enumerando las veces de las mentiras atrapadas,
siguen apareciendo las inconsistencias,
no hay razones validas acumuladas,
¡basta! que se acabe el teatro y la arrogancia,
en este punto, ya es hora de hablar a la cara.
