Los días 22 y 23 de nuestra aventura han transcurrido entre el ajetreo de los preparativos de año nuevo, la celebración en sí, la resaca de año nuevo y un paseo en bicicleta que hicimos en grupo desde la Bahía de Viscaya a la Bahía de Biscayne
Comenzamos el recorrido al estacionar los vehículos frente a un condominio donde nos libramos de las altas tarifas de aparcamiento (US$ 7 por hora/promedio) y recorrimos a pie, el tramo hasta la estación donde se arriendan las bicicletas (US$ 6,50 por hora).

«Estación dos ruedas», capturada con Smartphone Moto G5 plus
en Brickell Ave, Miami, FL por @fermionico

Comenzando
Confieso que me sentía dudoso sobre si podía calzar los puntos del grupo que hicimos para hacer el recorrido: Raiza (la «roommate» de mi hija, sus padres, Marco (mi segundo hijo), Yuliana (mi hija), @psico, Pancho y Lola (sí, las mascotas también) y yo.
Y tiene que ver con que soy algo pasivo y sometería mi cuerpo a algo que no está acostumbrado, ignoraba -en ese instante- que el padre de Raiza, cogía una bicicleta por segunda vez en su vida y créanme cuando les digo que lo hizo bastante bien.

«Marco en Viscaya Bay», selfie capturada con Smartphone Moto G5 plus
en Viscaya Bay, Miami, FL por @fermionico


Luces
A veces la acera permite que transiten peatones y bicicletas juntos, en otros tramos debes salir a la calle; no obstante, el tráfico vehicular está regulado a baja velocidad y hay canales especialmente concebidos para los ciclistas.
Las luces navideñas adosadas a los árboles acompañaron nuestro recorrido, en un momento de nuestro periplo, hubo que parar por la elevación de un puente en un «causeway» para permitir el paso de un barco que pasaba hacia la bahía.

Perdido
Y aún cuando anduvimos en grupo, es inevitable que la noche con su manto haga de un descuido momentáneo, una travesura: bajando del puente no me fijé que mis acompañantes se habían detenido a esperar por unas rezagadas y es que andaba concentrado en no perder mis dientes, por la velocidad con la que bajaba el «causeway» y la concentración en el pavimento.
Los dejé botados pero nos reagrupamos más adelante ayudados por el «milagro» móvil de un teléfono. Obvio, hicimos varias paradas para las gráficas de rigor y tanto mi corazón como mis piernas se recuperaban para continuar.

«Fuente nocturna», imagen capturada con Smartphone Moto G5 plus
en Brickell Ave, Miami, FL por @fermionico

Finalizando el paseo
La noche buyía con la gente que ocupaba los espacios públicos, una vez que nos acercábamos al final del recorrido. Imponentes torres del «downtown» de Miami se levantan cerca de la Bahía de Biscayne.
Con fortuna, no tuve ningún accidente a pesar del tiempo que tenía sin manejar un armatoste de dos ruedas. La verdad: me costó dominarlo al principio y ya -a mitad de recorrido- manejaba igual que Miguel Induráin (mentira, pero vale soñar ¿no?)

«Fuente nocturna», imagen capturada con Smartphone Moto G5 plus
en Brickell Ave, Miami, FL por @fermionico

Mejor que mejor
Culminamos en Bayside Marketplace un centro comercial bañado por las aguas de la Bahía de Biscayne, unas cervezas refrescaron las gotas de sudor y nos devolvimos al punto de partida en el «metromover», un simpático trencito de la municipalidad de Miami, que te traslada sin cobrar el desplazamiento entre estaciones.
¿Calificación del paseo? Una de las mejores cosas que he hecho acompañado de mis hijos. Nos leemos en breve...
...¡Gracias por leer!
