Cuando comencé a interactuar hace poco en varias redes sociales y chats (discord, steemit, facebook), más de
un usuario se sorprendía de que yo fuera cubano y tuviera conexión a internet. "¿No dicen que los cubanos
no pueden conectarse?". Realmente, si le dedico tiempo a explicar cómo me conecto y la "esmerada atención"
con la que la empresa que provee el servicio logra que yo hable con usuarios foráneos, llegarían a la misma
conclusión que se tiene por concenso entre aquellos que sufrimos tan sacrificada labor: que ETECSA, tal como
las leyes, los dirigentes de este país, y el internet cubano, es una parodia. Es que el oficialismo entero, desde los custodios
de las sagradas ideas a las que nadie les hace caso (los intelectuales del mainstream), hasta los programas
televisivos de música tradicional cubana (dígase "Palmas y cañas"), pasando por los discursos del carismático
Ulises Guilarte de Nacimeinto , es una parodia con matices muy amargos
y cínicos. Y el engendro monopólico de las comunicaciones cubano tampoco escapa de ello.

Fue creada en 1994, en un contexto en donde según EcuRed , "problemas organizativos y de
financiamiento ocasionaron un serio perjuicio a la telefonía, por lo cual no estaba a la altura de las
exigencias del desarrollo del país". Se supone entonces que ETECSA tenga como propósito, darle
un vuelco a dicha situación y fomentar de manera estable los servicios de comunicaciones. En ese momento
era una empresa mixta, que para los no entendidos en la materia es el término que se inventó el Estado
Cubano, después del derrumbe socialista, para referirse a las empresas nacionales que recibían capital y
accionistas extranjeros. Tal vez
lo mixto provenga de que por un lado se recibe el dinero de los capitalistas desalmados, y por el otro la
benevolente Revolución readministra para el pueblo cubano lo que esos ruines le quitan a otros
desfavorecidos. Algo así como un rejuego muy audaz entre el bien y el mal, solo digno de los tanques
pensantes a la cabeza de esta bella isla y de su economía.

Pero hay más, y es que como dije, se supone
que entre sus tareas se encuentre la de expandir el uso de la telefonía fija entre los ciudadanos. Cosa en
la que son un llamativo fiasco. Y si se mira la historia, quedan aún más mal parados. La Habana fue el
primer territorio donde se hizo una conversación telefónica en castellano, 1, en 1887, 7 meses
antes de que Alexander Grahan Bell patentara el invento en Estados Unidos. De ahí en adelante en los próximos
años se llegaron a instalar cables entre La Habana y California, y entre La Habana y La Florida, lo que daba
la posibilidad de establecer comunicación con esas regiones de manera directa. En el momento de la
nacionalización de la Cuban Telephone Company, Cuba ocupaba el cuarto lugar de América Latina en cuanto
a número de teléfono por cada 100 habitantes y el número 46 a nivel mundial. En 60 años, esos números han
descendido drásticamente, y se dice que hay un teléfono por cada 3,8 familias. Personalmente, con el tiempo
he podido percatarme de que tener teléfono fijo es todo un lujo, que se compra a muy alto precio, o se
consigue muy rara vez, por mérito laboral en alguna empresa privilegiada, por ser "un cederista ejemplar", o
váyase a saber a razón de qué oscura providencia. Este es el contexto en el cual ETECSA, empresa que
encarna todo aquello que me enseñaron a aborrecer durante mi enseñanza, crece, vive, y fortalece y estira
sus tentáculos hacia toda responsabilidad tecnológica, cual monstruo lovecraftiano omnipresente y
atemporal.

Desde su creación hasta acá, la empresa ha tenido varios cambios. Se le han sido asignadas nuevas tareas
en víspera de las innovaciones tecnológicas globales, y es la responsable de expandir las mismas en el
territorio nacional, lo cual significa que estamos en época fértil en cuanto a absurdos de implementación
se trata, y otras iniquidades. Y además, parece ser que ya no es mixta, que pertenece por completo a
entidades cubanas. Y digo parece, porque sigo la pauta del útlimo informe que encontré al respecto en
el portal oficial Cubadebate, publicado en 2011, en donde tampoco se aclara mucho cuál es
el monto total de la compra de las acciones o quiénes son los inversionistas de las sociedades anónimas
comprometidas. Tomarle la pista financiera a ETECSA, es una labor tan oscura y especulativa como hacérselo
a cualquier empresa cubana contemporánea. Parece ser que el dinero del pueblo es cuestión delicada que hay
que esconder de aquellos que puedan hacernos daño, y una vez más, los tanques pensantes que nos administran,
son los seres que asumen tan delicada y agotadora responsabilidad. No obstante, para una empresa que apenas parece invertir en su infraestructura, las estimaciones más conservadoras dicen que por solo uno de sus servicios,
ETECSA es capaz de ganar 7 millones de dólares entre 15 y 20 días. 2 .
Pero es un monopolio. En la panacea del socialismo, allí en donde se combatió fieramente al imperialismo,
y donde se instauró la primera Revolución Socialista de América, hay un monopolio (no el único), que
genera pingües beneficios para sus poseedores, un monstruo de frankenstein estancado en su propio
burocratismo,
que cada vez que oferta un servicio nuevo (conversaciones telefónicas celulares, tarifas de consumo de
internet por datos móviles, servicio de mensajería móvil, internet para las casas) lo hace a precios
irrisorios para el común de los cubanos, y a una calidad semejante al final de Juego de Tronos:
decepcionante. Muchos de nosotros, desde hace varios fines de semana, compartimos en twitter la etiqueta
#BajenLosPreciosDeInternet , donde queda claro el disgusto colectivo que hay de los
cubanos con una situación abusiva, que nos niega un derecho legítimo y reconocido, entre otros, por la ONU.
Sin embargo,
como esta exigencia no proviene de una entidad con poder en el contexto cubano, hablo del pueblo y en
particular de quienes más están vinculados a la tecnología, los jóvenes, ETECSA no asume una actitud
que conforme a quienes protestan, que se supone sean la razón de ser de su existencia. De hecho, nada ha cambiado ni parece que vaya a cambiar. Los precios
siguen dando risa. Y la calidad de los servicios... Tal vez sea demasiado protestar por tanto.
Esto que les comparto tendrá una próxima parte, en la que hablo de una experiencia personal
relacionada con esta grandiosa corporación